Resonancias magnéticas de menos de 7 minutos mejoran el diagnóstico y seguimiento del cáncer de mama
Este protocolo abreviado fomenta una mayor adherencia a la técnica y, gracias a su corta duración, favorece el uso de las resonancias magnéticas en un mayor porcentaje de pacientes
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MD Anderson Cancer Center Madrid ha implementado un nuevo protocolo de radiología en cáncer de mama basado en la realización de resonancias magnéticas en menos de 7 minutos. Se reduce así la duración de esta prueba diagnóstica de unos 30-40 minutos, que es lo que suele durar habitualmente, a entre 3 y 7 minutos. Este nuevo protocolo abreviado redunda en la comodidad de las pacientes y genera una mayor adherencia a la técnica, por lo que favorece un mejor seguimiento y control de las pacientes. MD Anderson Cancer Center Madrid se convierte así en uno de los primeros hospitales de España en implementar este protocolo en el área de cáncer de mama.
Entre sus beneficios también destaca que, gracias a su corta duración, favorece que se puedan realizar estas resonancias magnéticas a un mayor porcentaje de pacientes en riesgo de desarrollar o presentar un tumor. Como explica la Dra. Silvia Pérez, jefa de la Sección de Radiología de la Mama de MD Anderson Madrid, «la resonancia es una prueba muy eficaz en el diagnóstico del cáncer de mama. Se realiza para complementar los resultados de la mamografía y la ecografía. El problema es que es una prueba que se tarda mucho tiempo en realizar. Hay pocos aparatos y no se pueden dedicar todas las máquinas a los cánceres de mama. Por ello, se suele limitar a mujeres con las que se tengan dudas o pacientes de alto riesgo. Con el protocolo abreviado eliminamos estos problemas, ya que podemos hacer múltiples resonancias en una hora. De esta forma conseguimos también que más pacientes tengan acceso a este recurso y, por lo tanto, puedan contar con un diagnóstico precoz y más preciso del cáncer de mama».
Como explica la especialista, el protocolo abreviado es especialmente efectivo cuando se cuenta con un protocolo largo previo normal, con una resonancia «tradicional2 de 40 minutos a modo de documento de control con el que ir comparando los nuevos resultados. «Luego, en las consultas de revisión de cada año podremos ir realizando resonancias cortas que no generen tantas molestias a las pacientes», añade.
Pacientes de riesgo alto e intermedio
Actualmente en el hospital se realiza la resonancia magnética para el diagnóstico de las pacientes de alto riesgo, entre las que se encuentran mujeres con mutaciones genéticas concretas, personas que han recibido radioterapia en el tórax antes de los 30 años o mujeres con familiares cercanos con cáncer de mama. Además, MD Anderson Madrid aplica también con buenos resultados el nuevo protocolo a las pacientes de riesgo intermedio que presentan lesiones de significado incierto o de alto riesgo o que han tenido cáncer de mama previamente. Esto no está aún incluido en todas las guías clínicas, sino que está siendo validado y aplicado por los hospitales de forma progresiva.
«El próximo paso que queremos dar es incorporar la resonancia magnética en el diagnóstico precoz y el cribado de las pacientes que tienen mama densa en las mamografías. Ellas son también pacientes de riesgo intermedio, ya que la mama densa incrementa el riesgo de cáncer de mama hasta 5 veces más que una paciente con mama grasa, pero aún no se les realizan resonancias debido al coste que puede tener el cribado entre ellas, que se estima puede llegar hasta el 70% de la población femenina adulta» argumenta la doctora. A pesar de ello, un reciente estudio publicado por investigadores de los Países Bajos ha demostrado que la resonancia con un protocolo abreviado en mujeres con mama densa es coste-efectiva y se puede realizar cada dos o tres años para que el seguimiento de las pacientes sea eficaz y se garantice su seguridad1.
En España, la Sociedad Española de Diagnóstico por Imagen de la Mama (SEDIM) está realizando un ensayo con pacientes con lesiones de significado incierto para demostrar los beneficios de la realización de resonancias magnéticas para su seguimiento tras la biopsia2. El objetivo final es «conseguir un diagnóstico más precoz. Cuanto antes se diagnostique el cáncer, más pequeña será la lesión y por lo tanto la cirugía será menos agresiva y no tendrán que recibir un tratamiento de quimio tan agresivo, mejorando así la calidad de vida de la paciente», defiende la experta.
Mayor certeza en el diagnóstico
Como prueba diagnóstica, la resonancia «detecta más y detecta antes». Cuando el resultado es negativo completamente aporta una seguridad o certeza del 98-100% de que la paciente está sana y libre de tumores en la mama. Permite llegar a zonas a las que la mamografía y la ecografía no llegan, como los ganglios de la axila o las áreas profundas de la mama. A esta mayor sensibilidad se suma que la resonancia magnética no emplea radiación, no comprime la mama y no duele.